¡La Huasteca Potosina es un destino mágico que no te puedes perder!
Este viaje a la Huasteca fue mi mejor viaje con Conexion, y te voy a explicar porque.
Día 1
Después de una noche en bus, desperté en un lugar surreal, la Huasteca. Desde que bajas del camión puedes sentir el cambio en el aire. Sientes el verde de la naturaleza y puedes oír la cascada de Puente de Dios. Bajar unos 200 escalones te prepara pero jamás imaginas la vista que vas a tener cuando llegues. Puedes ver lo azul del agua, y todo lo verde que rodea el lugar. Llegando a Puente de Dios pudimos todos saltar en esta agua clara. Saltar de una cascada de 1,5 y 6 metros a las 8 de la mañana te quita cualquier cansancio que puedas tener del viaje en bus.
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Tanto nadar nos dio a todos hambre, ¡Y es lo que nos llevó al pueblito mágico de Tamasopo al norte de la Huasteca!
Ahí descubrí las famosas gorditas en el mercado tradicional. Después de comer sigue el destino más excéntrico de todos, el castillo de Edward James. Un poeta, escultor y mecenas ligado al movimiento surrealista del siglo XX.
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Llegué a un lugar donde al principio no entendía nada. Pero cuando me adentré más, quedé boquiabierta de la magia de este lugar. Pasillos infinitos que te llevan a cascadas, escaleras que conducen a la nada. Naturaleza mezclada con un arte sorprendente son las cosas que le dan la magia a este lugar.
Después de un largo día, por la noche hicimos una fiesta todos juntos. Jugamos al beerpong escuchando música y bailando sacando la energía que nos quedaba del día. Fue un momento de convivencia súper cool para conocer a todos los demás aventureros que venían conmigo.
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Día 2
La mañana del día siguiente la levantada fue un poco difícil pero estaba motivada!
Venía la parte más extrema del viaje a la Huasteca…. ¡Las 7 cascadas continuas de Micos!
Al principio tenía miedo de saltar a las cascadas más altas. Pero cuando estaba a punto de saltar sentí una adrenalina tan grande que lo disfrute mucho. ¡Te sientes como un superhéroe!
La sensación de estar ahí en medio del río, la emoción de saltar y animar a mis amigos fue algo único.
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Después de 2 horas en el agua tocaba movernos al siguiente destino, Cascada de Minas Viejas. Después de toda la emoción que acababa de vivir, llegué a un lugar sacado de una película, la vista era increíble. Era una cascada de 100 metros con agua turquesa y un gran jardín para sentarse y admirarla. Fue la mejor forma de acabar ese día.
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Pasamos luego por los tacos más famosos de la Huasteca, donde un taco es tan grande que quede satisfecha hasta el día siguiente. En la noche hicimos otra fiesta en el hotel. La fiesta fue parecida al día anterior pero esta vez nos conocíamos todos. También la pasé muy bien con mis nuevos amigos, bailando y jugando.
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Día 3
Fue el último día del viaje a la Huasteca, pero también fue intensivo.
Después de un buen desayuno en el restaurante del hotel, nos fuimos a la Cascada de Tamul. El trayecto de una hora me permitió descansar y prepararme a remar durante 45 minutos hacia la cascada, en un río paradisiaco.
Aunque todos estábamos cansados del viaje, encontramos la fuerza para remar. Nos paramos en un lugar paradisiaco para admirar la naturaleza y disfrutar de su belleza. Después saltamos al agua y nos dejamos llevar por la corriente impresionante que nos hizo llegar a la cueva del agua. Un lugar donde se podía brincar desde de 5 metros.
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Al regresar remando, todos estábamos súper felices, pero sin energía, para regresar a la ciudad.
La sensación de satisfacción y de saciedad que sentía era increíble. Todo este viaje a la Huasteca fue para mí una aventura sensacional.
Si buscas un viaje tranquilo con tus amigos, te aconsejo leer este artículo sobre el viaje a Guanajuato, ciudad llena de colores: Mi viaje a Guanajuato
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Es difícil explicar todas las emociones que sentí este fin de semana, por eso te aconsejo que lo experimentes por ti mismo y ¡VIVES LA HUASTECA!